El refuerzo positivo tiene como objetivo aumentar la conducta deseada, ofreciendo para ello un estímulo favorable justo después de realizar la acción.
La búsqueda de reforzadores eficientes para la terapia y técnicas de modificación de conducta en niños con TEA, es un proceso muy importante y necesario para que la terapia sea efectiva.
Entre los diferentes tipos de reforzadores, podemos distinguir:
– Reforzadores primarios: alimentos, golosinas, dulces, bebidas…
– Reforzadores sociales: cosquillas, un abrazo, una sonrisa, felicitaciones verbales…
– Reforzadores materiales: juguetes…
Finalmente, no podemos olvidar la importancia de variar y renovar los reforzadores durante las sesiones; pues pueden perder valor con el tiempo y el objetivo primordial es conseguir la máxima motivación del niño para así obtener el mayor rendimiento. Todo ello sin olvidar que las terapias deben ser divertidas para los niños.